Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar Bangkok, te recomiendo que vayas a “Elephant World”. Es un santuario, un refugio de elefantes rescatados de circos, esclavitud y maltratado. Con tu admisión, apoyarás el santuario y, además serás voluntario cuidando a los elefantes, alimentándolos, bañándolos, restregándolos con lodo, cocinando alimentos para los elefantes ancianos, cortando pasto y acariciando a estos gentiles gigantes.
Es una experiencia inolvidable en un ambiente amigable donde los animales son tratados con amor y respeto, sin cadenas, sin monturas, simplemente podras cuidarlos aprendiendo sobre estos extraordinarios animales.
El santuario se encuentra en Kanchanaburi, a un par de horas de Bangkok. Es una granja al lado de un río donde puedes bañar a los elefantes y nadar con ellos, después de fregarlos con barro.
Pasaras un dia muy ocupado, porque estos gigantes comen plátanos, maíz, sandía, ñame (batata o papa dulce) y pasto sin parar.
Las actividades incluyen seleccionar los ñames, lavarlos, cortar cañas con un machete, cocinar arroz pegajoso y preparar con él bolas de arroz gigantes con proteínas y medicamentos para los elefantes ancianos.
En el momento en que visité el santuario había dos bebés, una niña y un niño de ocho y diez meses, juguetones, lindos y adorables. La mayoría de los elefantes son hembras amigables muy fáciles de interactuar con ellos, pero también hay machos salvajes y agresivos que se mantienen en el bosque lejos de la gente. No todos los elefantes disfrutan de la compañía humana, por lo que algunos los pude ver comiendo pasto solos en el bosque.
Aprendi que cada elefante tiene su "mahout", un hombre responsable de la seguridad de su elefante, por lo que si el elefante se escapa nadando o corriendo hacia las granjas cercanas, el es el responsable de traerlo de vuelta.
Visitar el refugio de elefantes fue lo más destacado de mi viaje a Tailandia. Es reconfortante ver personas totalmente dedicadas a proteger a estos increíbles animales y promoviendo el turismo ecológico responsable.
Mientras seleccionábamos los ñames de una gran pila, encontramos un pequeño escorpión, nuestro guía lo trasladó al bosque con una hoja de árbol y, riendo, seguimos seleccionando y luego lavando los ñames para alimentar a los elefantes. ¡Fue sorprendente ver como el guia no causo ningun daño, incluso a los escorpiones! ¡¡¡Bravo!!!
A pesar del terror a los escorpiones, las serpientes y los mosquitos con dengue, sentí un gran placer de superar los miedos mientras trabajaba como voluntario.
Si decides visitar el Mundo de los Elefantes, no te olvides de traer plátanos, yo tomé varios del buffet del hotel en Bangkok, a los elefantes les encantan las bananas.
Te aseguro que te divertirás y reirás con los amables guías tailandeses rodeado por estos amigables elefantes. Es una experiencia que no debes perderte si visitas Tailandia.
Contribuir con santuarios es una excelente manera de proteger nuestro planeta de la extinción de las especies.
Y, no lo olvides, nunca, nunca pagues ni seas condescendiente con los paseos cabalgando sobre los elefantes, es esclavitud, es sufrimiento para los animals, se los domestica a fuerza de golpes y temor.
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